Al menos 1,8 millones de personas se han visto afectadas y 280 han perdido la vida por la tormenta. Muchas localidades siguen incomunicadas, por lo que todavía es difícil conocer los daños.
La ONU está haciendo llegar ayuda humanitaria a Filipinas después de que el paso del tifón Ray dejara una “devastación total”.
El coordinador humanitario de la ONU en el archipiélago, Gustavo González, dijo este lunes que los equipos de evaluación consiguieron llegar este fin de semana a las comunidades más afectadas por la tormenta que azotó con vientos sostenidos de 195 kilómetros por hora, y ráfagas de hasta 270 kilómetros por hora, en varias regiones.
Según los informes, alrededor de 1,8 millones de personas se han visto afectadas por la catástrofe y se ha confirmado la muerte de al menos 208 personas, desde que Ray tocó tierra el pasado jueves.
Deslizamientos de tierra e inundaciones
Se teme que esta cifra aumente, una vez que las autoridades logren confirmar cuántas víctimas han perecido en los desprendimientos de tierra y las extensas inundaciones que se han registrado.
“En nombre de la ONU y del equipo humanitario del país, nuestro mensaje al pueblo de Filipinas es de solidaridad y apoyo“, señaló el responsable de la ayuda de la ONU en Filipinas. “Estamos coordinando con las autoridades del Gobierno para garantizar que proporcionemos un apoyo oportuno y que estemos plenamente movilizados para hacer frente a las deficiencias críticas y a las necesidades de los más vulnerables.
“También elogiamos la profesionalidad del personal de primera línea dirigido por las autoridades del Gobierno, las fuerzas armadas, la Cruz Roja y otras personas que participan en los esfuerzos de evacuación, búsqueda y rescate en circunstancias muy difíciles y en la logística”, añadió.
Según los informes, unas 300.000 personas fueron evacuadas cuando el súper tifón azotó las regiones centrales. Algunas de las zonas afectadas están todavía aisladas. Alrededor de 227 municipios sufrieron cortes de electricidad y, hasta ahora, sólo se ha restablecido el 9%, es decir, en 21 municipios. Debido a la gravedad del tifón, se estima que algunas ciudades pueden estar sin acceso a la electricidad hasta tres meses.
Otro problema es que todavía hay 40 municipios sin telecomunicaciones de los 135 que sufrieron interrupciones, por lo que es difícil analizar el nivel de daños.
Además, en muchas ciudades hay problemas para acceder al dinero en efectivo, ya que el sistema bancario no funciona; 22 carreteras se han visto afectadas, lo que dificulta el acceso de la ayuda humanitaria.
Las necesidades prioritarias incluyen paquetes de alimentos para las familias y artículos no alimentarios, acceso a agua potable y kits de higiene, refugios de emergencia, combustible, suministros médicos, además de restablecer el acceso a todas las zonas siniestradas, así como servicios de protección. Las personas perjudicadas expresaron su preferencia por la ayuda en efectivo para acceder a los mercados locales.
El recuerdo de Haiyan sigue vivo
En noviembre de 2013, el tifón Haiyan azotó muchas de las provincias centrales que fueron arrasadas la semana pasada, cobrándose más de 6300 vidas.
Cada año, Filipinas sufre una media de 25 tifones, además de terremotos, inundaciones por mareas y alertas por 21 volcanes activos, fruto de su posición en el Cinturón de Fuego del Pacífico, llamado así por el arco tectónico en forma de herradura que bordea la cuenca del Pacífico.