Unidad Santiago UdeC
El destacado académico de la Universidad de Concepción, quien además es director del Instituto Milenio de Oceanografía, repasa la hazaña del descenso a la Fosa de Atacama y habla de los desafíos de la ciencia a nivel nacional.
En los últimos años, el Dr. Osvaldo Ulloa Quijada, académico de la Universidad de Concepción, ha estado en las grandes páginas de los medios científicos a nivel mundial, que llegaron a su punto máximo este 2022, cuando descendió a la Fosa de Atacama, en un hecho inédito a nivel mundial.
La Unidad Santiago de la Universidad de Concepción, pone a disposición de la comunidad una entrevista realizada al connotado científico luego del gran hito de enero de este año.
• ¿Cuál es la impresión que tiene como docente, como científico, de ser el primer chileno en descender a la Fosa de Atacama? Usted viene trabajando en el tema de la Fosa de Atacama hace bastante tiempo. ¿Qué significa para usted este logro?
Efectivamente, como académico de la Universidad de Concepción, esto es un hito, es llegar a la cúspide no solo de la investigación, sino de la exploración del océano. Desde el año 2013 nos propusimos como misión en el IMO explorar y estudiar el océano profundo, ya que justamente era uno de los temas con el cual estábamos al debe, por la logística que implica, por lo caro que es, y por lo tanto además había que enfrentarlo de una manera distinta a como lo veníamos haciendo tradicionalmente.
Además, coincidió en esos momentos que Chile adquiría un nuevo buque oceanográfico, el Cabo de Hornos, lo que justamente nos permitía empezar a enfrentar el tema del océano profundo.
Esto fue en 2013 y obviamente una de las responsabilidades que tenemos como académicos es la investigación, la cual a su vez apoya la docencia y la formación de las nuevas generaciones de investigadores —y en nuestro caso de oceanógrafos—, por lo tanto, el ser protagonista de una hazaña que tiene connotaciones mundiales, obviamente que espero sea un tremendo estímulo para nuestros y nuestras estudiantes, para nuevos investigadores.
Por un lado pudimos mostrar que nada es imposible, que debemos ser ambiciosos en términos científicos, que independientemente que estemos en un país pequeño como Chile, con el mar que tenemos es un deber estudiarlo nosotros, obviamente en colaboración con la comunidad internacional, pero justamente si ustedes leen en la página del IMO se darán cuenta que uno de nuestros grandes objetivos fue liderar la exploración de esta región del mundo, y creo que esto viene a marcar justamente que estamos cumpliendo con nuestro objetivo que nos trazamos ya hace varios años.
• ¿Por qué la Fosa de Atacama en específico?
La Fosa de Atacama es la característica geológica submarina más importante que tenemos en Chile. Es el reflejo de un proceso geológico que se denomina subducción, en que una placa se hunde bajo la otra, en este caso la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana y eso hace que exista la Cordillera de los Andes, los volcanes que tenemos, los grandes terremotos, tsunamis, entonces, es una manifestación de un fenómeno que está ocurriendo a kilómetros bajo el mar y del cual sabemos muy poco y que sin embargo nos impacta tremendamente como país.
La habíamos ignorado tanto por un tema cultural como por un tema logístico y de recursos humanos que pudieran enfrentarlo; entonces, justamente como es tan importante cuando definimos los objetivos del IMO, uno de los que planteamos es el estudio del océano profundo y en particular la Fosa de Atacama.
Ahora bien, cuando partimos sabíamos que nos iba a costar muchísimo, que no era fácil, que no era barato, que no teníamos la experiencia, pero con tenacidad y estando muy focalizados en lo que hacemos, hemos llegado hasta donde estamos hoy en día.
• Fue un proceso, porque primero fue esta cápsula que descendió sin nadie de ustedes, solo la cápsula con cámaras, y ahora lo hacen ustedes. Consultarle por la implicancia que tiene para la ciencia y para el estudio desde lo que es el fondo marino, ¿cuál es la riqueza que nos va a entregar y la información que se puede obtener de la Fosa de Atacama?
Obviamente, además de explorar un mundo nuevo, un mundo desconocido, que en sí ya es un hito que nos maravilla, vamos con varias preguntas científicas. Primero, cuando uno explora un lugar tiene que estar siempre abierto a encontrarse con cosas que no estaban, que uno no se podía ni siquiera imaginar. Eso hace de la exploración algo único, porque uno tiene ideas preconcebidas por conocimiento, pero cuando va a un mundo distinto tiene que ir con los ojos muy abiertos y la mente muy abierta para llevarse sorpresas y para descubrir cosas.
Pero también uno va con preguntas científicas que se han ido generando no solo a nivel mundial, sino que también con, por ejemplo, la experiencia que tuvimos en 2018 con la expedición, que justamente en ese momento era nuestro objetivo demostrar que podíamos llegar a la Fosa de Atacama y obtener información, que hasta la fecha no lo habíamos podido lograr como país.
En la reciente expedición se descubrió que el anfípodo gigante más importante que existe allá abajo es una especie nueva y nuestros resultados están mostrando que mucha de la fauna que existe ahí es propia de la Fosa de Atacama, si bien se parece a lo que existe en nuestras fosas, son especies únicas y queda mucho, van a venir muchísimos más descubrimientos.
Estamos afortunadamente al día y contamos con la experiencia suficiente y el conocimiento para poder hacernos preguntas; estamos en la frontera del conocimiento, nosotros con Atacamex y ahora con esta expedición nos pusimos varios años en la frontera, son muy pocos los grupos en el mundo que están estudiando fosas oceánicas y por lo mismo estamos trabajando en cosas y preguntas muy particulares, justamente para no toparnos con lo que se está haciendo en otras partes, porque tenemos que ser estratégicos al respecto.
• ¿Cuáles son las preguntas principales que quieren tratar de responder en el mediano plazo?
Nuestro fuerte en el IMO es la columna de agua. En el tema sedimentos algo hacemos, pero no tenemos los especialistas y es algo que en general los otros grupos del mundo han estado trabajando bastante fuerte, incluso acá en la Fosa de Atacama en una expedición en la que compartimos, por lo tanto, tuvimos que buscar qué es lo que los otros grupos no están haciendo y además aprovechando la experiencia acumulada, entonces, nuestro fuerte es saber cuáles son los organismos, cuáles son los procesos que se están dando en la columna de agua de la Fosa, y algunas cosas de sedimentos, pero en menor escala, y para eso estamos aplicando técnicas modernas, un muestreo distinto, o sea, ahí es donde además usamos el ingenio para poder obtener las nuestras que queremos y hemos sido bastante exitosos al respecto.
Lo otro, es que a diferencia de Atacamex, hemos logrado asociarnos con la comunidad de geólogos y geofísicos de Chile, para justamente trabajar de una manera conjunta e integrada el tema de terremotos y tsunamis. Entonces, como tenemos la experiencia de poner este instrumento en el océano, de estudiar y como además esos procesos son importantes, incluso para la biología, obviamente es una tremenda oportunidad de trabajar en conjunto; de hecho obtuvimos los fondos de la ANID para poder poner un observatorio profundo (esperamos que sea este año) con sensores tanto oceanográficos como geológicos y geofísicos, para estudiar tanto la oceanografía como los procesos que hacen que el piso oceánico se deforme.
Es un desafío tecnológico tremendo, es un experimento gigante, porque además los colegas de geociencias van a tener centenas de sensores en tierra, van a ser los primeros sensores submarinos, entonces de nuevo aquí también no solo la oceanografía ha dado un salto, sino que creemos que en la geología marina se ha abierto una puerta que esperamos que la comunidad de geólogos y geofísicos la tome con fuerza, porque hoy día nosotros tenemos la experiencia, el Estado chileno nos ha dado los fondos y necesitamos más gente.
El tema principal hoy día son los recursos humanos, necesitamos más estudiantes de postgrado, más investigadores jóvenes y sobre todo más ingenieros e ingenieras; creo que la gran falta que tenemos en Chile para lo que estamos haciendo son los ingenieros e ingenieras, lamentablemente ellos y ellas todavía no se han convencido de la importancia del océano y de las oportunidades que el océano da.
• Pero quizás esta es una puerta de entrada…
Confío en eso, porque cuando uno está en la frontera del conocimiento, la tecnología en muchos casos no existe, no es que la puedas pedir, y aunque tengas la plata no está disponible en el mercado, porque somos muy pocos los que lo estamos haciendo, entonces, en ese caso tenemos que adaptar y desarrollar tecnologías propias: la ciencia de frontera es un impulso para el desarrollo tecnológico de base científica y creo que ese es el próximo gran desafío de este país.
Creo que las ciencias en general han ido avanzando en muy buen nivel, tenemos una muy buena comunidad científica, pequeña todavía, me gustaría que la duplicáramos, triplicáramos; si vemos los índices de cuántos investigadores tenemos por millón de habitantes estamos bastante mal si nos comparamos con los países OCDE, incluso con países latinoamericanos. Argentina tiene muchos más investigadores por millón de habitantes que nosotros. En tecnología, ingeniería y desarrollo tecnológico estamos todavía lejos.
• Hemos hablado de la implicancia para la ciencia y todas las puertas que se abren, pero ahora quería consultarle más en el plano personal. ¿Qué significó para usted el haber descendido… leí la nota que se le hizo al profesor Escribano y él relataba desde lo personal que se sentía con miedo, ansiedad, porque en el fondo se estaba descubriendo un mundo al cual no se había llegado. A usted en lo particular, ¿cómo fue esa sensación de ir descendiendo y saber que era el primer chileno en poder hacer eso?
La verdad es que estaba bastante sereno y lo disfruté muchísimo. Miedo no tuve, sino que fluyó en forma bastante natural, ahora, indudablemente emocionado, muy emocionado y maravillado con lo que estaba pasando por un lado y con lo que tuve la posibilidad de ver.
• ¿Qué es lo que vio? ¿Qué le sorprendió?
Muchas cosas, creo que incluso hay muchas cosas que todavía están ahí en la memoria que de a poco salen, es difícil porque es tal el impacto que yo por lo menos después que pasó sentí que fue como un segundo. Poco a poco empiezan a aparecer recuerdos, incluso he descubierto fotos y grabaciones que tomé en el celular que no tenía idea que las había tomado.
Todavía estoy asimilando todo lo que pasó, indudablemente lo primero que nos maravilló cuando llegamos abajo era la cantidad de vida que había, teníamos una idea con Atacamex, por ejemplo sabíamos que una de las especies íconos que hay ahí abajo son unos pepinos de mar bien especiales, porque caminan, viven y se movilizan y se desplazan; la especie se conocía, pero cuando llegamos abajo y vimos la cantidad que había era impresionante, nunca nos habíamos imaginado la cantidad de estos pepinos de mar, la densidad que había, de hecho, Víctor —que ha buceado en otras fosas— dijo que nunca los había visto.
Tuve la ventaja que después de navegar por los sedimentos en la planicie empezamos a ascender hacia unas formaciones rocosas y eso para mí fue espectacular, mi visión que tenía de la Fosa era sedimento plano, que era lo que teníamos de Atacamex, pero empezar a subir por estas paredes rocosas y encontrarnos, por ejemplo, con comunidades microbianas, unos tapices de color oro, con organismos, con unas estructuras rocosas maravillosas, era algo que no me esperaba.
En un momento era como la analogía que le hice a Víctor: es como ir volando sobre los Andes, donde uno tiene nieve, que en este caso eran los sedimentos; pero tiene roca expuesta, eso era espectacular, para mí no solo fue el tema de la biología, sino que también la geología de allá abajo me maravilló, realmente me impactó muy fuertemente, y hay otras cosas también que tenemos que ir analizando, porque el campo de visión que tiene el submarino es limitado, las ventanas son chicas, pero lleva cámaras de alta definición y esas todavía las estamos analizando, por lo tanto, vamos a descubrir muchas más cosas.
• ¿Cuánto rato estuvieron abajo?
El descenso tomó tres horas y media, estuvimos tres horas navegando, también eso no me lo esperaba. Y después el ascenso fue bastante más rápido, duró como dos horas y media.
• ¿Qué viene en el corto y mediano plazo?
Primero, nuestro compromiso y desafío por lo pronto son dos cosas: analizar la información que colectamos desde el punto de vista científico, que es nuestro rol; y segundo, embarcamos, al igual que en Atacamex, un grupo audiovisual que va a realizar un documental, y la ventaja es que esta vez vamos a contar con todas las imágenes de afuera, y en Atacamex se contó la historia, pero las imágenes abajo eran muy pocas, ahora no, tenemos un material maravilloso, además de todo lo que pasa en la expedición, el submarino y en el ambiente, que justamente es lo que queremos mostrarle a la sociedad en su conjunto, queremos que todos los chilenos conozcan cómo se ve y lo que vimos nosotros abajo en la Fosa de Atacama.
Planes a futuro tenemos. Estamos viendo una posibilidad, ya que fuimos invitados para participar e ir a otra Fosa. Cuando uno llega, tiene un prestigio y estamos aportando al conocimiento y hacemos cosas de nuevo complementarias de lo que hacen los otros colegas a nivel mundial, entonces, es muy probable que dentro de los próximos dos años participemos en otras expediciones en otras fosas del mundo y nos estamos preparando para eso. Eso depende de los colegas, pero ya nos han manifestado que les gustaría que los acompañáramos.
Lo otro que se nos viene es el observatorio, ese es un desafío tremendamente grande. Y de nuevo, uno no puede estar seguro, pero creo que esto abre una puerta para que la comunidad internacional venga a Chile a trabajar con nosotros, y en particular porque sabe que tiene una comunidad chilena con la cual puede integrarse y hacer cosas en conjunto y además ayudarlos a conseguir todos los permisos y lo que se necesita; esto no salió por cualquier cosa, esto fue un esfuerzo tremendo, tuvimos mucho apoyo del MinCiencia y también de la Armada, hay muchas cosas que resolver antes de hacer una expedición de esta magnitud.
Una de las cosas que destaco es la confianza que tuvo Víctor y su equipo en invitarnos a nosotros de forma exclusiva, fuimos los únicos científicos a bordo de la expedición y además pedirme a mí que fuera el jefe científico, eso da una señal del respeto y la confianza que hay en la comunidad científica nacional. No fueron investigadores extranjeros que vinieron, fue un trabajo conjunto, donde ellos obviamente tenían su interés en la cosa de la inmersión y el submarino, pero nos pusieron a disposición todo el buque y estos módulos autónomos que eran tres, que los usamos para hacer ciencia, por tanto, lo que se hizo a bordo en términos científicos y en dónde muestreamos fue total decisión nuestra.
• A nivel institucional, ¿cuáles son las implicancias que usted ve de esta hazaña para la UdeC y cómo ha sido también el respaldo que ha sentido de la casa de estudios penquista en esta misión?
Indudablemente, sin el apoyo institucional tanto de la UdeC como del MinCiencia, esto no sale, por lo tanto, estoy tremendamente agradecido y orgulloso de pertenecer a la UdeC, porque ya sabemos que la ciencias del mar juegan un rol muy importante, es uno de los buques insignia de la UdeC, los rankings lo dicen, y no solo lo que hacemos como IMO, sino lo que hacen mis colegas en el Departamento de Oceanografía, los otros centros que existen en la UdeC, tenemos un liderazgo a nivel nacional y latinoamericano.
Mi esperanza ahora es que no nos quedemos ahí, que soñemos más y nos pongamos al nivel mundial, ese debiera ser el objetivo, aunque nos tome 20 años, creo que llegó el momento de dar otro salto a nivel institucional y justamente como decía no solo pensando en la oceanografía, sino en las ciencias del mar en un aspecto más amplio.
Chile no tiene un instituto oceanográfico o de ciencias del mar, el Estado chileno no tiene, todos nuestros vecinos lo tienen, quizás ese es el próximo rol que tiene la UdeC: generar un instituto que aglutine a más disciplinas, no solo la oceanografía, y que podamos seguir liderando y ya con una visión mucho más global. Tenemos la oportunidad hoy ya de que no solo se nos reconozca a nivel latinoamericano y chileno, sino que a nivel mundial, pero para eso hay que tener una estrategia, invertir y tomar buenas decisiones.
La UdeC y lo que estamos haciendo hoy día está siendo visto, reconocido y admirado por la comunidad científica internacional
• Me quedó dando vueltas lo que vio abajo, toda esa fauna marina. Para llevarlo a la comunidad en general, a lo mejor a alguien que no es ligado netamente a la ciencia, ¿cómo se le puede explicar a la comunidad en general en qué nos puede aportar el conocer esta fauna, estos sedimentos, estas columnas de agua? ¿Cuál es el aporte que nos puede generar pensando en el día a día de la gente?
Primero, que este es un ambiente único a nivel mundial, incluso si lo comparamos con otras fosas tenemos especies que son únicas, por lo tanto, acá hay un patrimonio que tenemos que conocer, estudiar y cuidar; entonces, así como admiramos un parque nacional como Conguillío o Torres del Paine, tenemos la Fosa de Atacama, que tiene un valor en sí cultural y patrimonial tremendamente importante, el que debemos poner en valor y darlo a conocer. Por ahí alguien dijo que lo que no se conoce, no se cuida.
Desde el punto de vista de cómo esto puede afectar cosas mucho más prácticas, creo que justamente todo lo que vamos a hacer en términos de poder entender el trabajo para el estudio de terremotos y tsunamis es clave para nuestro país, y además con el observatorio también vamos a poder ver algunas características de cómo el cambio climático y el aumento del CO2 está penetrando hacia las profundidades.