Con una tesis que investigó el estatus sanitario del Mytilus chilensis, también conocido como Mejillón chileno o “chorito” en poblaciones naturales y en cultivo intensivo, el Integrante de la línea “Salud animal en ambiente marino” del Centro INCAR, Dr. Pablo Santibáñez, obtuvo su grado de Doctor en Ciencias de la Acuicultura, de la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt.
El nuevo doctorado, aprobó exitosamente su examen de grado, con su tesis “Búsqueda en Mytilus chilensis de enfermedades y de patógenos relevantes pertenecientes a la lista de enfermedades de notificación obligatoria a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE)”.
“Este es el primer estudio que compara individuos de cultivo intensivo, comparándolos con individuos provenientes de áreas libres de acuicultura. Al considerar un grupo alejado de las áreas de producción intensiva, nos permitió evaluar, como estudio puntual, que las poblaciones tienen diferencias significativas en la composición de sus microbiomas, lo que debe ser evaluado en profundidad para determinar posibles factores de riesgo para la industria mitilicultora”, explicó el Doctor en Ciencias de la Acuicultura, Pablo Santibáñez.
Si bien, para M. chilensis, los análisis de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) resultaron negativos para la detección de patógenos de alto riesgo de notificación obligatoria a la OIE y SERNAPESCA, “este estudio, de forma interesante, muestra que en ambientes con alta producción primaria, la diversidad de especies en el microbioma es menor, lo que es un factor de riesgo para la especie en estudio, ya que microbiomas saludables (eubiosis), contribuyen de forma significativa en diferentes ámbitos, como el potenciar y/o modular la respuesta sistema inmune, complementar el pool genético de la especie para contribuir a rutas metabólicas parcialmente presentes, crecimiento, reproducción, entre otros. En la presencia de agentes estresores bióticos o abióticos, la comunidad microbiana puede desbalancearse (disbiosis) desde microrganismos comensales a patógenos, lo que puede generar enfermedades y mortalidades en la especie”, añadió el Investigador del Centro INCAR.
“Los individuos analizados carecen de hallazgos histopatológicos significativos que afecten el normal funcionamiento de los tejidos. Los microbiomas establecidos a partir del análisis del gen 16S rDNA, muestran diferencias significativas entre las poblaciones estudiadas, así los individuos de cultivo intensivo presentan una baja diversidad de especies comparado con los individuos de bancos naturales, presentando una sobrerrepresentación importante de bacterias del género Vibrio, lo que puede tener impactos futuros en la sustentabilidad de la industria, en contexto de cambio climático, donde la presencia de factores bióticos o abióticos pueden generar una disbiosis de la composición natural de la microbiota de las especies marinas”, especifica el estudio.
Adicionalmente, la investigación analizó la composición de la comunidad eucariótica asociada al intestino de M. chilensis a través de análisis de metabarconding del gen 18S rDNA, se observa baja diversidad de especies en los individuos provenientes de centros de cultivo comparado con los de poblaciones naturales, destacando en ambos grupos una alta proporción de secuencias que no pudieron ser asignadas taxonómicamente (῀20%).
Finalmente, los análisis microbiológicos para evaluar la inocuidad alimentaria de este recurso bentónico resultaron negativos a la presencia de Salmonella spp. y Vibrio parahaemolyticus, con recuentos de E. coli por debajo de los limites normativos, estableciendo un alto nivel de seguridad alimentaria para las muestras analizadas.
Paper “First characterization of the gut microbiome associated with Mytilus chilensis collected at a mussel farm and from a natural environment in Chile”.
Autores: P. Santibáñez, J. Romalde, J. Maldonado, D. Fuentes, J. Figueroa.
https://doi.org/10.1016/j.aquaculture.2021.737644
Fotografías: Dr. Carlos Molinet, Programa Integrativo del Centro INCAR.