Este monitoreo es parte de las acciones de conservación que realiza permanentemente CONAF en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge.
Con la participación de guardaparques y profesionales del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas, CONAF Coquimbo realizó durante el mes de marzo el monitoreo de aves del humedal RAMSAR Limarí, en el límite sur del Parque Nacional Bosque Fray Jorge.
El conteo de especies de aves que habitan el humedal del Limarí se realiza todos los años, principalmente durante la temporada estival (febrero-marzo): en cada ocasión se recorre por tierra los bordes del humedal, examinando cuidadosamente el cuerpo de agua, la vegetación circundante y el espacio aéreo, con el objetivo de contabilizar el número de individuos de las diferentes especies de aves que habitan y visitan el humedal.
Las observaciones se realizaron utilizando binoculares, cámaras fotográficas y una serie de guías de identificación de aves “manteniendo una distancia prudente y evitando la perturbación y el estrés que provoca en las aves la cercanía con humanos”, según cuentan desde CONAF.
Este monitoreo es desarrollado por CONAF desde hace 13 años, y generalmente se realiza en las estaciones de verano e invierno en base a lo establecido según el Censo Neotropical de Aves Acuáticas (CNAA), el cual es un programa de monitoreo internacional a largo plazo, basado en conteos de aves acuáticas que se realizan dos veces al año, en todos los países de América del Sur.
A raíz del reconocimiento como sitio RAMSAR del Humedal del río Limarí, desde Salala hasta su desembocadura, la Corporación ha adaptado la metodología de monitoreo de tal forma de lograr una mayor cobertura y comprensión de la diversidad de aves en toda la extensión del humedal. El Sitio Ramsar posee una superficie de 527 ha, desde la desembocadura del río en el mar, y por aproximadamente 20 kilómetros río arriba, pasando el puente de la ruta 5 Norte.
¿Qué es un monitoreo y por qué es importante?
Renzo Vargas, profesional de CONAF de la Sección de Conservación y Diversidad Biológica del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de la región, comenta que “el monitoreo de vida silvestre consiste en el seguimiento y registro de datos de un individuo, población o comunidad a largo plazo, con el fin de observar cambios temporales o espaciales en su abundancia, distribución y/o comportamiento que ayuden a un mayor entendimiento de su ecología y de los factores que influyen positiva o negativamente sobre ellos. Este conocimiento es fundamental para la toma de decisiones de conservación y manejo adaptativo, en este caso del Parque Nacional Bosque Fray Jorge”.
Vargas además destaca que “en los monitoreos, se han registrado entre 16 y 57 especies diferentes por temporada, y entre 400 y 1400 ejemplares de aves, siendo las más abundantes el cormorán yeco, el pato jergón grande, la tagua común y el pato jergón chico”. El profesional de CONAF, argumenta que “por lo general la abundancia de aves es mucho mayor en el verano que en el invierno, se observa un recambio de especies importante entre temporadas del año, ya que los humedales costeros, como es el caso del humedal del Limarí, son ecosistemas clave para las aves migratorias que llegan tanto desde el hemisferio norte, como desde la Patagonia, desde la cordillera de los Andes e incluso de la Amazonía. Todas ellas migrando y moviéndose para ocupar el humedal en diferentes momentos del año”.
Proyecciones del monitoreo
Este monitoreo es parte de las acciones de conservación y control de amenazas que realiza permanentemente CONAF en el Parque Nacional Bosque Fray Jorge, y ahora en el Humedal RAMSAR Limarí, y su realización cada vez se va perfeccionando, con el fin de comprender mejor la dinámica de las comunidades de aves acuáticas y del matorral semiárido que dependen de este ecosistema. Si visita este humedal, le recomendamos hacerlo sin animales domésticos, como perros que ahuyentan a las aves, y con el mayor cuidado posible para no convertirse en una amenaza, evitando actividades que están prohibidas como encender fogatas, dejar basura, realizar caza o pesca de fauna silvestre de tal forma de continuar disfrutando de las contribuciones ambientales que este ecosistema y la naturaleza provee para todos los habitantes y visitantes del humedal.