Por el momento, los deslaves y anegamientos causados por las fuertes lluvias premonzónicas han dejado al menos 60 personas muertas, tres de ellas niños, en el noreste del país. La agencia para la infancia alerta de las enfermedades infecciosas y otras calamidades que acechan especialmente a los pequeños.
Días de inundaciones y aludes en algunas regiones de Bangladesh y el este de la India han afectado a millones de personas causando al menos 60 muertes y colocando a más de 1,5 millones de niños en un alto riesgo de sufrir enfermedades transmitidas por el agua o de perecer ahogados, advirtió este lunes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Además, los niños bengalíes corren el peligro de padecer desnutrición dada la destrucción de las cosechas y el anegamiento de las tierras agrícolas en el noreste del país, que registra las peores inundaciones de casi dos décadas a causa de las fuertes lluvias previas al monzón.
Las inundaciones también han acabado con los medios de vida de miles de familias campesinas.
Los eventos extremos son cada vez más frecuentes en el sur de Asia debido al avance del cambio climático. Los estudios científicos han identificado a India y Bangladesh como sitios particularmente sensibles al fenómeno puesto que las aguas del océano Índico y la Bahía de Bengala se siguen calentando, aumentando las precipitaciones en esa zona.
El agua supera niveles peligrosos
UNICEF informó que hay más de cuatro millones de personas siniestradas en cinco distritos del noreste bengalí: Sylhet, Sunamganj, Habiganj, Netrokona y Maulvibazar.
Los mayores daños se observan en Sylhet y Sunamganj donde el agua alcanza niveles peligrosos y ha arrasado campos de sembradío e infraestructura básica. Las centrales eléctricas y las escuelas han quedado sumergidas.
El organismo de la ONU dio cuenta de casos documentados de diarrea, infecciones respiratorias y enfermedades de la piel.
Asimismo, indicó que al menos tres niños murieron tras ser alcanzados por un rayo.© UNICEFLas fuertes lluvias han arrasado pueblos, aldeas e infraestructura básica en Bangladesh.
Escuelas cerradas
UNICEF también llamó la atención sobre el cierre de cientos de escuelas, lo que arriesga aún más la educación de los niños bengalíes, que ya habían enfrentado 18 meses sin asistir a las aulas debido a la pandemia de COVID-19.
El representante del Fondo para la Infancia en Bangladesh calificó de “desgarrador” el daño a las vidas y los hogares, sobre todo por su impacto en los niños.
El trabajo de UNICEF
“En este desastre, como en muchos otros, los niños son los más vulnerables. UNICEF está sobre el terreno para proteger a los chicos y satisfacer sus necesidades urgentes, apoyando al Gobierno y trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios locales”, dijo Sheldon Yett.
Detalló que el personal de UNICEF trabaja con socios gubernamentales y no gubernamentales para responder a las urgencias de seguridad, salud, nutrición, agua potable y educación de los niños y sus familias.
Asimismo, respalda la respuesta del gobierno bengalí mediante el suministro de agua limpia, kits de higiene, leche terapéutica y kits de aprendizaje.
UNICEF también opera en colaboración con el Departamento de Servicios Sociales para garantizar que los trabajadores sociales protejan adecuadamente la seguridad de los niños.
Otra tarea en la que participa la agencia es crear conciencia en las comunidades sobre el riesgo ahogamientos y como mitigar ese peligro.