Hace un par de días, la ministra de Salud, María Begoña Yarza, confirmó que habrá una nueva vacuna de refuerzo contra el Coronavirus. Sin embargo, precisó que no está contemplada la inoculación en el corto plazo, y que se estudia la posibilidad de aplicar una dosis que apunte a distintas cepas. Las académicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, Vivian Luchsinger y Lorena Tapia, abordan la medida e insisten en la importancia de recibir los nuevos medicamentos de refuerzo.
Era una decisión que se esperaba. Al menos desde hace un par de semanas, se había abierto la posibilidad de aplicar una nueva dosis contra el COVID-19 en nuestro país. Lo cierto, es que la recomendación entregada por el Comité Asesor en Vacunas y Estrategias de Vacunación (CAVEI) apuntaba a dar luz verde a una nueva inoculación, priorizando a grupos de riesgo como personas mayores y pacientes inmunodeprimidos.
Es así como el pasado fin de semana la ministra de Salud, María Begoña Yarza, confirmó que habrá una quinta dosis o tercera vacuna de refuerzo contra el Coronavirus. Sin embargo, la autoridad sanitaria precisó que no está contemplada en el corto plazo. “Sin lugar a dudas, tendremos una dosis de refuerzo que le llamaremos quinta o la primera del próximo año, pero nadie podría pensar que no nos vamos a vacunar más de COVID”, dijo la secretaria de Estado. Además, aseguró que el Gobierno buscará brindar vacunas bivalentes, es decir, que incorporen no sólo la variante clásica, sino también la Ómicron y sus linajes más frecuentes.
Ante este anuncio, la viróloga, académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile e integrante del CAVEI, Vivian Luchsinger, afirma que la recomendación es “ir actualizando las vacunas, incorporando las nuevas variantes, y eso requiere una nueva dosis. Y, por otro lado, también se está estudiando la mezcla de vacunas -por ejemplo- con vacuna de influenza, que es una muy buena opción porque te vacunarías una sola vez contra varios agentes”.
En ambas situaciones “habría que focalizar la vacunación, primero con población de mayor riesgo“, indica la profesora Luchsinger. Añade, asimismo, que “hay que vacunar a todos, pero como habitualmente la disponibilidad de vacunas, dada la alta demanda a nivel mundial, no es muy alta, hay que ir regulándola y en ese caso, por lo tanto, tienen prioridad aquellos que tienen mayor riesgo de desarrollar enfermedades graves, como adultos mayores e inmunocomprometidos y es muy posible que después tenga que haber una vacunación anual”, afirmó.
Por su parte, la doctora Lorena Tapia, pediatra y viróloga de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, señala que la recomendación actual de los expertos y con la literatura que existe, hasta ahora, es que “la inmunidad va disminuyendo con el paso del tiempo y que lo ideal es ir reforzando cada cierto tiempo con dosis de la vacuna contra el COVID-19 en la medida -sobre todo- en que tengamos circulación alta del virus, que es el caso en el que estamos ahora”.
Balance de la vacunación
El mes se inició con 6.286 casos nuevos (1 de agosto) y una positividad de 12,88% en las últimas 24 horas. Además, se reportaron 45 personas fallecidas debido a la infección. Pero, ¿por qué siguen perdiendo la vida los pacientes si estamos hablando de una quinta dosis para la población? La doctora Tapia, dice que “probablemente es gente que no logra tener una respuesta inmune adecuada en este minuto a las cepas que están circulando, que no son las mismas que estaban antes, y ahí hay un punto bien interesante de cómo vamos a seguir inoculando con vacunas que puedan ir también renovando las variantes contra las cuales nos protegemos”.
Al respecto, hace hincapié en lo que ocurre con la influenza, donde año a año se va actualizando la dosis que recibimos, algo que podría replicarse en el caso del Coronavirus. “La formulación de la vacuna va cambiando todos los años, de acuerdo a lo que va circulando o lo que conocemos que circula de influenza. Se hace una estimación de lo que vendrá y, según eso, se dan las indicaciones para la formulación o la característica que va a tener la vacuna influenza cada año. Es posible que para el COVID-19 tengamos que tener algo parecido y empezar a incorporar variantes”, dice la pediatra.
La doctora Luchsinger, en tanto, señala que junto con existir personas que no responden bien a la inoculación, también están quienes “no se han vacunado, quienes no han recibido la dosis de refuerzo, a pesar de todo lo que se ha insistido”. Finalmente, apunta a que “la vacuna es cien por ciento para evitar la enfermedad grave o la muerte en personas vacunadas, y en la medida que la población esté más vacunada obviamente cada caso va a tener un impacto distinto, sobre todo si están vacunados”.
Prensa U. Chile: Maritza Tapia. Fotos: Alejandra Fuenzalida.