Para asegurar la producción de hortalizas durante todo el año y mitigar los efectos del cambio climático, el Dr. Rodrigo Acuña, académico de la Universidad Austral de Chile, diseñó y fabricó los primeros invernaderos automatizados que se adaptan a las condiciones climáticas adversas de la región de Los Ríos, solución tecnológica que implica un avance en el futuro de la agricultura familiar campesina, permitiendo aumentar la calidad y cantidad de estos alimentos fuera de temporada.
Chile es un país que consume hortalizas todo el año, pero la producción de estos alimentos en temporada de invierno es todo un desafío, y más aún con las intensas heladas que este invierno llegaron hasta los -7 grados. Para mitigar los efectos de una estacionalidad muy marcada y asegurar la producción de hortalizas durante todo el año, el Dr. Rodrigo Acuña, académico del Instituto de Producción y Sanidad Vegetal de la Universidad Austral de Chile (UACh), diseñó los primeros “invernaderos inteligentes”, que funcionan de manera automatizada para reaccionar a las condiciones climáticas adversas de la Región de Los Ríos.
Se trata de invernaderos para cultivos hidropónicos que permiten aumentar la calidad y cantidad de la producción de hortalizas fuera de temporada y cuentan con un sistema de circulación que recicla el 90% del agua utilizada. Una solución tecnológica que busca ser una respuesta frente a la crisis climática y alimentaria y que se constituye como un gran avance para el futuro de la agricultura familiar campesina, ya que cuando la siembra se hace en tierra, se puede cosechar en promedio 2,5 veces al año, mientras que este invernadero permitiría llegar a seis cosechas anuales, y pensar en un período continuo de producción.
Según el Dr. Rodrigo Acuña, impulsor de este proyecto, en el diseño de este invernadero se priorizaron condiciones microclimáticas como la ventilación, el riego o el déficit de presión de agua, con el fin de brindar eficiencia al crecimiento de las plantas. Por otra parte, al ser modular facilita su construcción en serie; y a un costo accesible para poder ser implementado por pequeños agricultores, mejorando la producción por unidad de suelo y bajando requerimientos de la escasa mano de obra rural.
El proyecto, que fue financiado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de Los Ríos, ya está siendo implementado en Tralcao, comuna de Mariquina, donde uno de los primeros invernaderos inteligentes ya produce lechugas en pleno invierno del sur de Chile. El Vicerrector de Investigación, Desarrollo y Creación Artística de la UACh, Dr. Mylthon Jiménez, destaca que se trata de una respuesta de la comunidad científica y de innovación al desafío de la seguridad alimentaria. “El cambio climático y la sequía asociada, además del aumento de la población, ponen una gran presión sobre los sistemas productivos. Este proyecto enfrenta estos desafíos con conocimiento científico y perspectiva territorial, para maximizar el impacto sobre la producción de alimentos durante todo el año, ya que logra mayor eficiencia en el uso del agua que un cultivo tradicional”, destaca.