Ciento cinco años cumple la Universidad de Concepción y la principal autoridad de la institución realiza un nuevo balance. Repasa los hitos del reciente quinquenio, en relación con los beneficios orientados al personal académico y administrativo.
Y también habla de los desafíos, entre los que destaca proyectos como la instalación de un Centro de Salud Familiar en Concepción, un Centro de Investigación del Cáncer, el inicio en la construcción del Centro Institucional de Simulación en Salud, un Centro de Imagenología Avanzada y Neurociencia Humana, el Instituto Nacional de Investigación Científica y Tecnológica en Océanos, además de infraestructura mayor para las artes visuales, escénicas y musicales.
Justo en la mitad de su segundo mandato como Rector de la Universidad de Concepción, el Dr. Carlos Saavedra Rubilar realiza un balance de lo que ha sido su gestión institucional, al cumplir la institución universitaria 105 años de vida.
En un nuevo aniversario, la Casa de Estudios, reconocida como la más importante de regiones, tiene varios y trascendentes hitos que destacar y así lo detalla su máxima autoridad, quien realza específicamente lo que ha ocurrido durante el último quinquenio en la UdeC.
“Nos correspondió desarrollar la celebración de los 100 años de la Universidad en 2019 y por supuesto que al completar un periodo que nos invita a evaluaciones hay algunas tareas de las cuales con certeza podemos indicar que hemos avanzado en forma significativa. Yo diría, en primer lugar, algo que hemos planteado como un eje central de este periodo, es el cuidado de las personas, que lo podemos expresar en diferentes hechos que han ocurrido en estos últimos cinco años”, señala el Rector Carlos Saavedra.
Justamente respecto del cuidado de las personas, detalla especialmente el actuar institucional durante la pandemia.
“El cuidado principal allí fue el poder mantener las actividades globales de la Universidad de Concepción sin que esto significase costos adicionales para las personas más allá de los que ya estaban experimentando por las restricciones de movimiento, por tener que desarrollar sus actividades en formas no presenciales, es decir, mantener la empleabilidad de todas las personas que integraban la comunidad UdeC fue un desafío”.
Como él mismo lo expresa, “este fue un sello distintivo” de la Universidad de Concepción porque no ocurrió de la misma forma en todas las instituciones de educación superior ni tampoco en todas las grandes instituciones y empresas del país.
Desde la misma perspectiva laboral, destaca la aplicación de la Ley 40 horas para todo el personal administrativo afecto a jornada ordinaria de trabajo en la Universidad.
“Que hoy contemos con un 100% de las personas acogidas a las 40 horas de trabajo, fue un ajuste completo de una vez y creo que este es un ejemplo para el tamaño de la institución. En la Universidad laboran más de 5.000 personas y de ellas una parte significativa conforma el personal administrativo, profesional y de servicios”, puntualizó.
En el mismo contexto, explica que se implementaron acuerdos para definir la remuneración ética universitaria o remuneración mínima, además de generar diferentes procesos de mejora para el personal académico, como los procesos de regularización de planta.
“Hemos incorporado condiciones diferentes en el inicio de la carrera académica, en donde promovemos que en forma mayoritaria se ingrese con formación a nivel de grado y experiencia en investigación y otra serie de medidas que han apoyado el desarrollo académico para cerca de cuatrocientas personas”, explica el Rector Saavedra, especificando, con ello, se han generado condiciones de atracción de talentos.
Por otra parte, en materia de logros, y muy reciente por lo demás, el año pasado la Universidad alcanzó nuevamente una acreditación institucional por 7 años. ¿Cómo se llega a ese nivel de excelencia en una institución como la Universidad de Concepción? ¿A qué lo atribuye?
El reconocimiento del nivel de excelencia de la Universidad de Concepción, por una parte, es fruto del desarrollo histórico de nuestra casa de estudios. No es posible llegar a estos 7 años de acreditación sin considerar esa historia, tradición y el aporte histórico que ha tenido cada etapa de conducción de la Universidad tanto a nivel institucional global como en cada una de las unidades académicas. Por lo tanto, el aporte de toda la comunidad en este logro demuestra el compromiso, yo diría, con la excelencia de parte de una comunidad comprometida con el desarrollo de su institución. Eso en una primera reflexión.
Por otro lado, este es un reconocimiento a la calidad y a los niveles de excelencia con que se desarrollan las actividades generales de la Universidad de Concepción. Sin embargo, aquello no es suficiente para garantizar este reconocimiento y es importante ir profundizando en forma permanente en los mecanismos internos de aseguramiento de la calidad. Y allí durante este periodo, durante estos últimos 5 años, pienso que se ha avanzado en forma sistemática y consistente, en particular en la definición de las diferentes políticas que se han implementado. La Política de Investigación, de Vinculación con el Medio, de Equidad de Género, y seguir en cada una de estas actividades que va tendiendo a conformar un conjunto de orientaciones estratégicas a la institución para continuar avanzando en estos mecanismos de excelencia. El aporte está también allí, hay que recordar que el proceso de autoevaluación, además de los mecanismos internos de aseguramiento de la calidad en los pilares misionales de formación, generación de conocimiento y vinculación con el medio, también incluye la evaluación de las dimensiones de soporte, gestión y calidad.
Esto comprende toda la gestión institucional, que permite que las dimensiones misionales se desarrollen en buena forma, básicamente representado por el trabajo de la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Administrativos, más algunas direcciones centrales y los mecanismos de aseguramiento de la calidad a través de la Dirección de Desarrollo Estratégico. Entonces, lo que se informa en el proceso acreditación institucional es el conjunto de avances en sus dimensiones misionales y en las áreas de soporte que se han desarrollado durante el último tiempo y con certeza allí hemos ido fortaleciendo estos mecanismos, hemos ido fortaleciendo los pilares misionales que junto a los niveles de excelencia con que se desarrollan las actividades es lo que nos permite alcanzar los 7 años, pero al mismo tiempo también debe estar presente la sustentabilidad institucional en términos globales. La Superintendencia, además de la Comisión Nacional de Acreditación, realiza un análisis integral a la sustentabilidad, incluyendo el nivel de cumplimiento normativo que tiene la institución, qué tipo de reclamos, qué respuestas da la institución, el cumplimiento normativo general. También la sustentabilidad económica financiera, cuáles son los diferentes niveles o condiciones de cumplimiento de sus obligaciones económicas financieras tanto en el pasado como las proyecciones hacia el futuro. Y allí entonces es donde el conjunto de contribuciones es lo que permite alcanzar los 7 años de acreditación.
Todo este aprendizaje que se creó con la Acreditación ¿cómo se puede proyectar para que a futuro sea utilizado?
Lo que hemos hecho en este proceso, que también es una contribución de esta administración, es documentar en forma extensa, completa, todo el proceso de autoevaluación, lo que significó la visita de pares, lo que ha significado la interacción con CNA. Por lo tanto, lo que entregaremos para las próximas acreditaciones será toda la documentación que se generó en torno a este proceso y esperamos que sirva de base. Es decir, a la administración que le corresponda en el año 2030 presentarse al proceso de acreditación institucional, tendrá toda esta documentación como un punto de partida, el punto inicial sobre el cual construir el proceso. Segundo, hemos alineado todos los instrumentos de dirección estratégica institucional. ¿Qué significa esto? Que hemos alineado el Plan Estratégico Institucional con los compromisos de acreditación y los planes de mejora, de manera que esto evolucione en forma armónica en los próximos años. Entonces, el siguiente proceso de acreditación ya está en marcha, todas estas herramientas de planificación estratégica, junto a los programas de gobierno de las administraciones respectivas, contribuirán en forma sistemática a la preparación institucional para el próximo proceso de acreditación.
Diversos frentes
Pasando a otros temas institucionales, Rector, ¿cómo se prioriza el crecimiento de los campus Los Ángeles y Chillán?
Este año debe completarse el Plan Maestro del campus Los Ángeles en su nuevo emplazamiento, en el predio Maquena. Estamos cerrando temas administrativos con la familia Zunino Besnier para iniciar prontamente la licitación de las obras allí del Centro de Innovación, que vamos a implementar junto a la empresa CMPC. Este año, CMPC completó una donación relevante a la Universidad en Los Ángeles para aportar a la elaboración del Plan Maestro del campus, y la imagen objetivo del Centro de Innovación ya está, imágenes conceptuales del nuevo campus en su totalidad también se encuentran disponibles, y hemos ido avanzando en socialización con la comunidad en diferentes espacios, así que el camino allí está bastante bien trazado. En Chillán, también se ha avanzado con el Plan Maestro y seguimos avanzando en el Distrito de Innovación, en tres infraestructuras: la infraestructura de investigación y desarrollo, en el centro de innovación y un centro de docencia tecnológica. Están trabajando allí los equipos de investigadoras e investigadores, los jefes de carrera por otra parte y también la vinculación con la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo, para cada uno de estos temas.
Sobre el proyecto de instalación de un Cesfam, un Centro de Salud Familiar, vinculado a la universidad, ¿en qué consiste esa iniciativa y cuáles son los plazos?
El trabajo que hemos iniciado junto al Servicio de Salud de Concepción, la Ilustre Municipalidad de Concepción y la Seremi de Salud del Biobío es el desarrollo de un proyecto de un CESFAM de administración delegada para el Sector Bellavista, emplazado en el borde de lo que son los Campos Deportivos Bellavista de la Universidad, donde nosotros contribuiríamos con un terreno de poco menos de 4mil m2 para instalar esta infraestructura que, por las proyecciones iniciales, debiese atender a una población objetivo de entre 12 y 16.000 personas en la primera etapa. Hemos planteado una temporalidad de aproximadamente 36 meses para este proyecto y nos encontramos en las etapas de formulación conceptual y evaluaciones técnicas del terreno. El CESFAM contribuirá en el ámbito de las necesidades de salud pública de la ciudad y de la región. Al mismo tiempo, contribuirá a crear espacios clínicos propios, del mismo modo como también aportará el Centro Institucional de Simulación en Salud. Entonces, alcanzar un nivel de independencia en campos clínicos que nos permitan dar certeza en tiempos difíciles. En pandemia, fue muy difícil para todas las instituciones de educación superior que no tenían campos clínicos propios garantizar la continuidad de la formación. Y eso nos plantea un desafío.
El Centro de Investigación del Cáncer de la región del Biobío también se proyecta como una iniciativa UdeC.
Por supuesto que existen otros proyectos en el ámbito de la salud y uno de esos es el Centro de Investigación en Cáncer. Las cifras que nos han indicado desde la Facultad de Medicina, y la decana en particular, y ratificado por los servicios de salud y el ministerio, es que hoy día el cáncer es la principal causa de muerte en nuestra región. Superó a lo cardiológico y entonces hoy es la principal causa de muerte, por lo que interesa ir generando investigaciones que evalúen características propias de la población. Hay temas que son culturales, que afectan la presencia de cáncer con elementos diferenciadores del resto del país. Es importante porque permite aportar al desarrollo de políticas públicas que posibiliten atender de mejor forma los desafíos específicos que se generan en una región del país. Esperamos que, al momento de concretarse esta iniciativa, interactúe con otros centros que existen en Chile. También se ha propuesto la creación de un Centro de Imagenología Avanzada y Neurociencia humana. El centro básicamente lo que propone es incorporar capacidades tecnológicas únicas en términos de caracterización de procesos neurobiológicos e incorporar capacidades tecnológicas que no están hoy en la región.
¿Existen otros proyectos mayores en este momento?
Por supuesto, basados en las capacidades institucionales, hemos planteado la creación de un Instituto Nacional de Investigación Científica y Tecnológica en Océanos, continuar el desarrollo de Campus Naturaleza UdeC, concretar la formulación final del Distrito de Innovación para Concepción o componentes de ese distrito asociados a la Facultad de Ingeniería y todas las alianzas que se puedan establecer.
Respecto de la Carrera de Teatro, se han generado expectativas…
La Carrera de Teatro tiene una dinámica propia, pero yo pienso más bien en artes escénicas. Las artes escénicas incluyen teatro, danza y escenografía. Entonces, en forma natural en el tiempo, lo que uno esperaría es la evolución y el desarrollo en su conjunto de las artes escénicas. Hoy, hemos dado un paso sustantivo con la creación de Teatro, pero tenemos que evaluar en el próximo tiempo cómo armonizamos esto con los desafíos de artes escénicas en términos integrales. Allí nuestros esfuerzos estarán centrados en la obtención de fondos externos para la concreción de este proyecto mayor. Y esta mirada tiene un soporte que es mucho más de fondo, que es cómo nos comprometemos y demostramos en términos materiales la importancia que le otorgamos a las humanidades y a las artes, en los procesos formativos para nuestros estudiantes en términos generales, así como dimensionamos los desafíos que existen en el ámbito científico, tecnológico. Cómo entonces reforzamos también la importancia de las humanidades y las artes a partir de un compromiso concreto más allá de la creación de una carrera, sino que se trata de cómo, en términos integrales, contribuimos a reforzar la presencia de las artes en la Universidad. Cómo a partir de la articulación entre el Departamento de Música y la Orquesta Sinfónica podemos pensar en un Conservatorio Mayor, que se articule con el Conservatorio Tradicional de la ciudad, que es el Conservatorio Laurencia Contreras, que entrega la formación preliminar de música, pero quienes desean desarrollar estudios de continuación deben migrar a Santiago u otros lugares para dar esa continuidad. Nos gustaría que, en este espacio, donde confluyan las artes en la Universidad de Concepción, también sea un espacio para el desarrollo profesional, entregando grados, no solo títulos, sino que también eventualmente grados académicos, por ejemplo, en artes escénicas y en artes musicales junto a las artes visuales.
Usted señaló que ampliaría su respuesta en relación con el desarrollo científico, ¿a qué se refiere?
Hemos iniciado un proceso de trabajo con especialistas para desarrollar iniciativas que van fortaleciendo las capacidades institucionales en ámbitos de tecnologías. Todos saben del programa de Doctorado en Inteligencia artificial en consorcio en el cual ingresó la primera generación este año. Pero esa es una respuesta a los ámbitos de formación de un conjunto acotado de especialistas en grados académicos avanzados. El doctorado es para aquellas personas que ya poseen una formación profesional, que eventualmente tienen incluso una formación de posgrado a nivel de magíster en otras áreas disciplinarias.
La pregunta es cómo entregamos herramientas amplias a todos los estudiantes de pregrado de la universidad. Estamos trabajando en un programa de pensamiento computacional y lenguaje de programación que esperamos que esté disponible en sus etapas básicas a partir del segundo semestre de este año. Entregaremos una oferta de formación en tres niveles a todos los estudiantes de pregrado: básica, intermedia y avanzada, es decir, oportunidades de formación a todos los estudiantes de la universidad de manera que puedan dialogar en forma armónica en el futuro con las nuevas herramientas tecnológicas, con herramientas de inteligencia artificial, pero con un nivel diferente de conocimiento que un simple usuario. Junto con ello, la idea es entregar herramientas al personal académico, herramientas de inteligencia artificial para los procesos de enseñanza-aprendizaje. ¿Cómo poder usar de mejor forma las herramientas? No considerarlas una dificultad o amenaza, sino que más bien como una oportunidad en nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje.
Se ha venido trabajando también en la actualización de los reglamentos académicos, ¿Qué le podemos decir de este proceso a la comunidad académica?
Actualmente, la vicerrectora Paulina Rincón González y antes el vicerrector Carlos Von Plessing, han abordado la actualización del Reglamento del Personal Académico y de la Evaluación Académica. Hemos incorporando la información generada en el período anterior como insumos para esta nueva etapa. La Vicerrectora ha planteado al Consejo Académico un calendario que abarca el 2024 para desarrollar la actualización del Reglamento del Personal Académico y del Reglamento de Evaluación Académica, de manera de permitir mejores condiciones para el desarrollo de las actividades institucionales. ¿Cómo promovemos, por un lado, la atracción y retención de talentos?, pero al mismo tiempo ¿cómo seguimos promoviendo el incremento de los niveles de excelencia en nuestra planta académica? y ¿cómo se posibilita su desarrollo de acuerdo con los desafíos presentes que tiene la planta académica? Esta es una de las tareas institucionales mayores para este periodo.
Esto va de la mano con lo que usted plantea de las condiciones de ingreso
Tal como ya lo expresé, hemos modificado las condiciones de ingreso en la carrera académica y con ciertas exigencias. Las condiciones iniciales de las personas que ingresan con formación de doctorado y experiencia en investigación tienen un piso mínimo de contratación de A10 y esto es muy diferente a lo que podría haber ocurrido en el pasado en algunas facultades, donde los ingresos se producían en grados bajos, A4, A6 y que, en la práctica, por los periodos de evaluación, para alcanzar el actual mínimo de A10 podían transcurrir entre 10 y 16 años. Hoy, las personas ingresan directamente. Ese es un avance importante y significa un compromiso institucional por generar atracción. Probablemente, todavía no es suficiente en algunas áreas y allí habrá que tener los elementos diferenciadores que permitan la incorporación en condiciones suficientes de atracción y de retención.
Además, generamos durante 2022 una actualización de los rangos de las escalas de remuneraciones para el personal académico, lo que hicimos fue cambiar los pisos de las jerarquías de manera de reducir las superposiciones entre jerarquías. Es cierto que todavía nos falta. Los costos de eliminar la superposición total no nos permitieron hacer esa separación completa. Esperamos poder generar condiciones para eliminar las superposiciones entre jerarquías.
¿A qué otros procesos le gustaría referirse?
Esperamos este año cerrar dos procesos mayores en la Universidad. Por una parte, el proceso de certificación del Sello Igualdad del PNUD continua avanzando de acuerdo a lo programado, y esperamos completar sin dificultad este proceso de certificación. Al mismo tiempo, estamos en la etapa final de la Reforma de Estatutos, presentando a los cuerpos colegiados esta nueva propuesta generada a partir del trabajo de la Comisión de Reforma y el trabajo participativo de la comunidad, el cual se desarrolló desde el 2021 en adelante. En abril pasado, ya se presentó la propuesta al Consejo Académico y a fines de mayo se presentará al Directorio corporativo para adoptar decisiones en los próximos meses en estos cuerpos colegiados, si se aprueba en ellos debemos presentar la propuesta a la Asamblea General de Socias y Socios, idealmente durante este año.
¿Qué mensaje le envía a la comunidad UdeC?
Respecto del mensaje hacia la comunidad de la Universidad de Concepción, yo diría que es un mensaje de esperanza en el sentido de que el reconocimiento de los niveles de excelencia de nuestro quehacer se expresan de diversas formas en este momento, a través del resultado del proceso de acreditación, también de la demanda que existe desde los estudiantes y, por supuesto, desde sus familias por ingresar a la Universidad de Concepción en las carreras de pregrado, de postgrado y en las actividades que estamos desarrollando en formación continua. También por la demanda del sector público en general, desde el Ejecutivo, el Legislativo en nuestro país, por el aporte y las contribuciones que puede desarrollar nuestra Universidad en el ámbito de las políticas públicas. Entonces, los niveles de excelencia con que desarrollamos nuestras actividades en lo que respecta a formación, generación de conocimiento, en cómo nos vinculamos con el medio, creo que hoy son una muestra concreta de ese reconocimiento. Por lo mismo, transmito a nuestra comunidad este mensaje de esperanza para lo que viene en el próximo tiempo de manera que vamos a poder seguir avanzando basado en estos diferentes reconocimientos que expresan cómo se nos observa y debe ser un llamado de atención interno a que estemos disponibles para tener esta mirada esperanzadora con respecto a lo que queremos desarrollar. Siempre podemos mejorar, pero para ello debemos tener certeza de que las condiciones sobre las que lo hacemos tienen la estabilidad institucional necesaria y ese es el cuidado que hemos tenido durante este tiempo, ir armonizando los desafíos de crecimiento con los desafíos de estabilidad.