Fuente: U. de Chile
Guillermo Díaz, académico de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, lidera este proyecto Fondecyt que estudia la respuesta inflamatoria que desencadenan patologías crónicas asociadas al envejecimiento, entre ellas, las cardiovasculares, como la aterosclerosis, la fibrosis cardiaca y la hipertensión, entre otras. El equipo de investigadores comprobó que la resolvina D1, una molécula lipídica derivada de los ácidos grasos, tiene propiedades antiinflamatorias y combate el deterioro de nuestras células producto del envejecimiento.
El envejecimiento es la pérdida gradual y normal de las funciones del ser humano, entre ellas las físicas funcionales o cognitivas. Este proceso va acompañado de la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles, entre ellas las enfermedades cardiovasculares.
En la farmacología un tópico desafiante es cómo combatir el envejecimiento y las enfermedades asociadas a este proceso de la vida. En este contexto, la senescencia celular resulta un concepto clave para entender los nuevos tipos de fármacos orientados a este problema, que alude al proceso por el cual las células dejan de dividirse pero no mueren, quedando en un estado irreversible de arresto celular. En el caso del corazón, los fibroblastos cardiacos, células encargadas de los procesos de cicatrización tisular, son también responsables del desarrollo de fibrosis cardiaca, ocasionada por la inflamación celular.
Una de las principales características de las células senescentes es que son altamente proinflamatorias. Pero hay dos tipos de senescencia. Una es la senescencia replicativa, que es el momento cuando las células con capacidad proliferativa dejan de dividirse, la cual fue descrita en 1960 por el Dr. Leonard Hayflick en el llamado “límite de Hayflick”. La otra se conoce como senescencia acelerada, que es inducida por condiciones de estrés, por ejemplo, los fármacos antineoplásicos, la radiación UV que induce senescencia de la piel, entre otras.
Frente a estos procesos, la ciencia ha innovado con los fármacos “senoterapéuticos”, entre los cuales destacan los fármacos senolíticos, cuyo objetivo es eliminar las células senescentes; y también están los fármacos senoestáticos o senomórficos, cuya función es modificar el perfil proinflamatorio del secretoma de las células senescentes.
Si las células senescentes no se eliminan y se acumulan a lo largo del tiempo, el secretoma altamente proinflamatorio de estas células afectará a las células vecinas y, por un efecto conocido como “efecto espectador”, las convertirá en nuevas células senescentes, un proceso llamado senescencia inducida por senescencia. Bajo esta condición de muchas células senescentes, la respuesta inflamatoria se hace crónica dañando irreversiblemente a los órganos y conduciendo a la pérdida de sus funciones.
Resolvina: un antiinflamatorio natural
Es importante considerar que la inflamación es una respuesta natural a los estímulos que producen daño tisular o celular, y es necesaria para activar los procesos de cicatrización. Está presente en gran parte de las enfermedades crónicas, entre ellas, patologías cardiovasculares como aterosclerosis, fibrosis cardiaca, hipertensión, entre otras. Este es el foco del proyecto Fondecyt “Senolytic and Senostatic Drugs fot the Treatmente of Angiotensin II-induced Reactive Cardiac Fibrosis”, que lidera el profesor Guillermo Díaz Araya, académico de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile.
La iniciativa tiene como objetivo disminuir la respuesta inflamatoria de los fibroblastos cardiacos senescentes, responsables del desarrollo de fibrosis cardiaca, que es una patología asociada al envejecimiento. En el marco de este proyecto, el profesor Díaz ha trabajado con una molécula lipídica derivada de los ácidos grasos conocida como resolvina D1, que se presenta en situaciones inflamatorias normales.
“La resolvina tiene la propiedad de actuar como antiinflamatorio frente a distintos estímulos que inducen la inflamación. En el laboratorio, en un modelo in vivo de fibrosis cardiaca, el pretratamiento con resolvina D1 disminuyó la respuesta inflamatoria y, con ello, la hipertensión, la fibrosis, la hipertrofia y la disfunción cardíaca”, afirma el académico del Departamento de Química Farmacológica y Toxicológica de la Universidad de Chile.
El proyecto, que de esta forma probó que las resolvinas pueden actuar como fármacos senomórficos, ya que modifican la respuesta inflamatoria de las células senescentes, cuenta también con la participación de investigadores asociados como el profesor Jaime Riquelme Meléndez, quien también pertenece a la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas, y el profesor Raúl Vivar Sánchez, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Jorge Aliaga Sandoval, Periodista FaCiQyF
Felipe Barahona López, Fotógrafo FaCiQyF