En la plaza Manuel Montt de Olmué, guardaparques realizaron una exposición respecto a los objetos de conservación, historia y amenazas del reconocido entorno protegido.
En el marco del quincuagésimo segundo aniversario del Parque Nacional La Campana, guardaparques de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se trasladaron hasta la plaza Manuel Montt de Olmué, para realizar una exhibición respecto al patrimonio natural y cultural que alberga el reconocido entorno protegido, que anualmente recibe a más de 60 mil visitantes.
Según explicó el director regional de CONAF Valparaíso, Sandro Bruzzone, “la idea fue acercar el parque a la comunidad, a través de una exposición sobre los objetos de conservación, principales hitos y amenazas de esta área silvestre protegida del Estado, que posee desde el año 1985 la condición de zona núcleo de la reserva de la biósfera La Campana- Peñuelas”.
“Nuestros guardaparques, con videos y material educativo, dieron a conocer a la comunidad, especialmente a los estudiantes, parte de la labor que desarrollan en la unidad, para la conservación de la biodiversidad, el mejoramiento de la infraestructura y la orientación y seguridad de los visitantes”, añadió.
Animales abandonados, flora y sequía
En la instancia educativa, además, los funcionarios de la Corporación concientizaron a los vecinos en torno a la protección de los carnívoros representativos que habitan en el “pulmón verde” de Olmué e Hijuelas, como los zorros chilla y culpeo y los gatos colocolo y güiña.
En esa línea, la jefa regional del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas de CONAF, Javiera Meza, manifestó que estos animales se ven amenazados, principalmente, “por las personas que no tienen una tenencia responsable de mascotas”, agregando que “perros y gatos abandonados, al ingresar al parque, pueden contagiar de garrapatas, de tiña, de enfermedades y parásitos internos a estas especies”.
Por otro lado, destacó que “la flora es uno de los elementos más relevantes de este parque, porque aquí se concentran especies que son del norte y del sur, y tenemos vegetación propia de los ecosistemas mediterráneos, o sea, muchas de estas especies son endémicas de la zona central de Chile, y aquí están representadas de forma bastante buena y casi prístina”.
En ese contexto, Meza pidió precaución a la población aledaña al entorno protegido, particularmente ante el actual escenario de escasez hídrica, “cuando se haga un asado, cuando se haga uso del fuego, que se haga con mucha responsabilidad, evitando que las pavezas puedan dar hacia la vegetación y que esto se pueda convertir en un incendio forestal”.