Proyecto desarrollado desde la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) busca predecir la probabilidad de invasión de especies exóticas en la Antártica,
A través de estudios genéticos y ecológicos, el investigador postdoctoral de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC) e investigador del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS), Iván Vera busca estimar qué ocurrirá en algunos años más en la costa Antártica con la llegada de potenciales especies exóticas al lugar.
Para ello, se encuentra trabajando en modelar la llegada de organismos a través del transporte marítimo. Esto gracias al impacto de las aguas de lastre y el efecto del biofouling (adhesión de organismos al casco de las embarcaciones). A nivel específico, la investigación se desarrolla a través del modelamiento genético-ecológico, a través de simulaciones. Además, se está considerando realizar un muestreo en la Antártica, con el objetivo de analizar ADN de individuos propios de este ecosistema y así generar predicciones de lo que podría suceder con la presencia de especies invasoras.
Las especies potencialmente invasoras deben tener ciertas características, tales como tolerancia a las bajas temperaturas, disponibilidad de luz y la acidez del océano. “Una de las especies que podría llegar a la Antártica por medio de las aguas de lastre es un cangrejo depredador que ha entrado en lugares como Brasil y Argentina, y que han demostrado ser capaces de eliminar totalmente algunas especies del área impactada. Originalmente, este cangrejo proviene de Gran Bretaña y a través del transporte marítimo ha logrado colonizar diversas partes del mundo. Esto se torna relevante si consideramos que a la Antártica han comenzado a llegar numerosos cruceros de diversas partes del mundo, los cuales podría estar siendo un vector para estos procesos de invasión”, enfatiza Iván Vera.
En relación a las barreras térmicas, es importante mencionar que en la actualidad las corrientes marinas no están actuando como grandes barreras, debido al aumento de la temperatura oceánica. A partir de este fenómeno, hoy hay especies que pueden ingresar por esta vía, hecho que no ocurría anteriormente. “Hay especies que también expanden su rango de distribución de manera natural. Por ejemplo, hay organismos nativos del extremo sur de Chile, que pueden soportar temperaturas bajas y tienen el potencial de instalarse en la Antártica”, sostiene Iván Vera.
A través de las especies invasoras, puede ocurrir una extinción total de ciertos organismos y alterar el entorno. De ahí radica la importancia del estudio. “El estudio de las especies invasoras es importante, ya que éstas producen un daño ecológico gigante. Incluso, podemos hipotetizar fuertes alteraciones en la fauna y flora nativa de la Antártica. En concreto, mediante el estudio podremos predecir y aportar a la toma de decisión respecto de qué medidas adoptar en función de mitigar los impactos asociados a este tipo de afección. Queremos aportar a evitar una catástrofe ecológica irreversible, para ello debemos adelantarnos a este escenario”, reafirma el científico sobre la importancia de la investigación.
Hay ciertas acciones que podrían aminorar este proceso. Hay algunas embarcaciones que usan pinturas especiales de manera que no se adhieran especies. También, existen sistemas para que las aguas de lastre no lleguen a las costas. Pero, para hacer efectivo este tipo de medidas, se deben pensar en políticas públicas que garanticen y respalden estas acciones. “Se debe generar una conciencia internacional tanto para las embarcaciones turísticas como para las expediciones científicas”, finaliza Iván Vera.