Cámaras trampa destinadas para el monitoreo del huemul, captaron una pareja de huemul con potencial reproductivo, además, registraron paralelamente, presencia de varias especies; lo cual representa un hallazgo positivo para la biodiversidad de la Región del Biobío.
La instalación de cámaras trampa –destinadas para el monitoreo del huemul- en la Reserva de la Biósfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja”, lograron registrar una pareja de huemules con potencial reproductivo, un registro de vital importancia para la conservación, y que viene a reforzar las acciones público-privadas para la protección de la especie.
Las imágenes se captaron fuera de un Área Silvestre Protegida, en el Fundo Chacay, en Antuco, donde también se registraron un total de 28 especies distintas de fauna local, lo cual muestra el buen estado de salud del sistema natural y la riqueza de la biodiversidad en esta zona.
El hallazgo, se enmarca en el trabajo colaborativo del monitoreo de huemul que desarrolla la Iniciativa de Conservación de Especies Amenazadas, instancia ejecutada por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), implementada por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiada por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF) junto a CONAF de la Región del Biobío.
La Reserva ubicada en las regiones de Ñuble y Biobío, cuenta con 565.807 hectáreas de superficie y constituye un área de reconocimiento mundial y nacional para la conservación de la biodiversidad y de particular importancia porque protege la última población de huemules de Chile central. Las otras especies identificadas y que comparten el hábitat del huemul son: dormilona ceja blanca, liebre, yal, zorro, zorzal, carancho cordillerano, puma, y al cordillerano, aguilucho, bandurrilla, chincol, halcón perdiguero, minero cordillerano, tórtola, cóndor, lechuza, gato colocolo, carpintero negro, quique, varias especies de roedores, diucón, gallina ciega, reptil sin identificar, y diuca, un variado ensamble de fauna asociada.
Para el seremi del Medio Ambiente del Biobío, Mario Delannays, lo registrado por el sistema de monitoreo es una valiosa información “ya que nos permite actualizar datos con los cuales se puede trabajar en la planificación de las acciones en favor de la conservación de esta especie emblemática, el huemul. La región sigue teniendo riqueza en patrimonio natural que debemos entre todos proteger, mediante la promoción de buenas prácticas y responsabilidad en los hábitats, ya que sólo en estos registros se pudieron evidenciar 20 especies de aves, de las cuales cinco corresponden a aves rapaces, cinco especies de mamíferos identificados y un ‘reptil’. Hemos sido muy proactivos, puesto que en esta administración logramos actualizar el registro de esta especie, que por muchos años se desconocía si habitaba el lugar. Hoy tenemos resultados y trabajaremos sobre ello”.
“Los resultados que arroja el trabajo con cámaras trampa en las áreas silvestres protegidas siempre nos han sorprendido, no sólo por las imágenes mismas, sino porque han permitido conocer, por ejemplo, comportamientos, rutinas y estado de salud de la fauna que tienen como hábitat los parques y reservas nacionales. Es por eso que el fruto del trabajo realizado con este tipo de dispositivos en el área que comprende la Reserva de la Biosfera Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja ha sido relevante. El objetivo de esta labor siempre estuvo referido a la presencia del huemul, por lo que obtener imágenes de otras especies, además del huemul, es tremendamente valioso en términos de actualizar los conocimientos respecto a la biodiversidad existente en nuestra región. Esta información, por lo demás, nos hace respetar y valorar aún más nuestra riqueza natural”, expresó el Director Regional de CONAF, Francisco Pozo.
Por su parte la coordinadora Macro zona Sur, Fabiola Lara, de la Iniciativa conservación de Especies Amenazadas destacó que el contar con 19 cámaras que registren información valiosa para conocer existencia y comportamiento de especies refleja una luz de esperanza en relación a la flora y fauna en la cordillera de Chile central en un punto muy sensible para la existencia del huemul”.
A través de la instalación de cámaras trampa en los cuadrantes de El Colorado, ubicado en el límite sur de la Reserva Nacional Ñuble, La Puntilla de Chillán, ubicados entre el límite sur de la Reserva Nacional Ñuble con el predio El Chacay; y la Bahía Los Machos, ubicado en el predio mencionado, se lograron identificar un total de 28 especies. En los tres sitios que abarcó el monitoreo del huemul, sólo en la Puntilla de Chillán se registró la especie. Además de las fotografías de las cámaras trampa se identificaron huellas y excretas de huemul. Los otros registros mostraron a la dormilona ceja blanca, seguida por la liebre, el yal y el zorro. El huemul fue la 13° especie en ser captada, el día 24 del monitoreo que se extendió por más de un año. De las especies registradas, sólo el vacuno y la liebre fueron especies no nativas.
Más de la mitad de los huemules se encentran fuera de las Áreas Silvestres Protegidas. Por lo tanto, es clave generar estrategias de conservación público-privadas en el terrenos privados de manera tal que se permita la coexistencia de las actividades productivas y la conservación del huemul y es justamente lo que busca el Proyecto.
Las cámaras trampa contenían un total 21.643 archivos o elementos, entre fotografías y videos, considerando el modo híbrido en que fueron programadas, corresponde a un total de 10.821 registros (veces que fueron activadas). Para el análisis, fueron descartadas los 9.812 registros “fantasmas”, los 27 registros “no clasificadas”, los cuatro registros de insectos y los 97 registros de “Aves sin identificar”. Finalmente, se analizaron 1.758 imágenes, de las cuales, 610 correspondieron a registros independientes.
“Como proyecto trabajamos para aumentar áreas de conservación bajo un enfoque de corredores biológicos que favorecen la conectividad entre los diferentes grupos de huemules en la población de Chile central” y este trabajo tendría un mayor impacto para la conectividad de la especie, si se sumarán actores claves como comunidades, propietarios privados con predios en la alta montaña, municipios, instituciones públicas como también el sector privado. Se hace necesario poder consensuar una gobernanza que no solo sea para una habilitación real de corredor para huemul, sino que a través de las buenas prácticas productivas como las silvoagropecuarias y turísticas las cuales fomentarían también una protección efectiva para los servicios ecosistémicos que la Reserva de la Biósfera Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja nos provee”, destacó Fabiola Lara.