Karin Bravo Fray
Directora de Postgrados
Universidad San Sebastián
La inquietud por la situación sanitaria de nuestro país ha hecho que pase algo desapercibida la reciente entrada en vigencia de la Ley REP o de Responsabilidad Extendida del Productor.
Esta ley promueve la disminución de la generación de residuos y fomenta el reciclaje, entregando responsabilidad a los productores e importadores para implementar planes y gestionar los residuos de los productos que comercializan.
Como consumidores, tendremos la responsabilidad de organizar los residuos según tipo de producto, algo que muchas familias ya han tomado como hábito, y entregar los residuos ya separados en algún punto de reciclaje.
Este cambio de comportamiento va acorde con la responsabilidad medioambiental que tenemos que asumir para aminorar en algo el impacto de los residuos que generamos. Mientras en la década del 80 nos embobamos con la comodidad del plástico en los envases, por ejemplo, en las gaseosas y alimentos, hoy vemos con espanto el impacto en el medio ambiente que han provocado casi 40 años de dicho consumo. Por tanto, toda iniciativa que contribuya a realizar este cambio de mentalidad en cuanto al reciclaje y sus 3R (reducir, reciclar y reutilizar), nos permitirá convertirnos en consumidores más responsables.
Al compromiso de los consumidores, se agregan en esta ley las obligaciones de productores, gestores de residuos, recolectores y municipios, estableciendo además metas de recolección para los próximos años en los principales productos reciclables (cartón para líquidos, metal, papeles y cartones, plástico y vidrio).
Será importante contar en los próximos días con más información sobre la entrada en vigencia de esta legislación y, desde ya, consumidores y familias debemos generar un cambio de conducta al momento de planificar nuestro consumo, incentivando en nuestros hijos la importancia de la economía circular.
Foto: Futuro 360