- Hace casi una década, la institución académica comenzó esta iniciativa que, a causa de la pandemia, tuvo sus actividades presenciales en receso. Ahora, voluntarios vuelven a recorrer las calles penquistas al atardecer, para entregar un sándwich y un café a personas en situación de calle.
Voluntarios del Café Fraterno de la Universidad San Sebastián Concepción retomaron sus recorridos para ofrecer compañía y alimentos a personas en situación de calle. La iniciativa de la Pastoral de Asuntos Estudiantiles cobra mucho valor para quienes la vivencian… de cualquiera de los dos frentes.
“Se trata de caminar por las calles céntricas de Concepción, convidar un sándwich con un café, pero, sobre todo, conversar con las personas que se nos acercan”, cuenta Nicolás Sepúlveda, estudiante de tercer año de Ingeniería Civil en Minas que se sumó al Café Fraterno en el segundo semestre del 2021, “cuando comenzaron a realizarse las actividades híbridas. Me vine de mi ciudad, Chillán, y me sumé a la Pastoral, para participar en esta actividad”, señala.
“Café Fraterno es una iniciativa canalizada por la Pastoral USS, pero por primera vez es liderada por dos estudiantes, Francisca Corvalán (Terapia Ocupacional) y Fernanda Moncada (Enfermería)”, explica Estefanía Molina, profesional de la U. San Sebastián Concepción a cargo de la actividad.
La instancia, nacida de la mano de la Fundación Hogar de Cristo y hoy independiente, lleva años en práctica, todos los miércoles, en sectores aledaños a la Plaza Independencia de Concepción. La pandemia eliminó las rondas, por los riesgos sanitarios, pero este 2022 todo se desarrolla con normalidad, sumando a estudiantes de diversas carreras.
Materializar los valores USS
“Las caras de las personas que pudimos ayudar dieron cuenta de su gratitud”, dice la coordinadora estudiantil del Café Fraterno, Fernanda Moncada. “Lo más emocionante para mí fue ver que, a pesar de la adversidad, las personas luchan por salir a delante”, asevera, feliz del resultado de su primera salida coordinada íntegramente por estudiantes.
“Desde el colegio me siento llamada a servir, a las organizaciones, a los necesitados, al otro. Y al llegar a la universidad busqué algún lugar donde pudiera hacer esta acción de ayudar”, establece a su vez Francisca Corvalán. “Mi primer acercamiento a la Pastoral fue precisamente el Café Fraterno, un acto de amor al otro, que además de pancito y café, da la opción de conversar con las personas en situación de calle y conocer su historia. Más que dar nosotros, lo importante es lo que recibimos”, concluye.
“Muchas personas nos estaban esperando, personas en situación de calle nos recordaban, nos contaron sus experiencias del verano, y su principal propósito es ser escuchados. Más que entregar un pan o un café, concedemos un momento. Y saben que los miércoles tienen un momento más ameno dentro de las adversidades que ocurren en su día a día”, añade el futuro ingeniero Nicolás Sepúlveda.
Estefanía Molina dice que, a través del Café Fraterno, “nuestros estudiantes hacen vivos los valores USS, sobre todo el de la solidaridad, la alegría de servir y el sentido del deber, llevando un mensaje de amor y fe a cada persona que se cruza en el camino”.