A través de un trabajo mancomunado, ONG CETSUR, el Centro Patrimonial Curarrehue y el Archivo de Cultura Tradicional hicieron posible la realización de 100 talleres culturales en distintas comunas de la Región del Biobío.
La Escuela Itinerante de Artes y Oficios Tradicionales para el Buen Vivir, es una apuesta conjunta entre ONG CETSUR, el Centro Patrimonial Curarrehue y el Archivo de Cultura Tradicional, iniciada en primavera de 2021, con el objetivo de aportar a la reflexión y transformación de la relación entre los seres humanos y la naturaleza, mediante un acercamiento a las artes tradicionales. Fue a través de la implementación de una programación de 100 talleres que se invitó a la comunidad a participar de experiencias facilitadas por maestros y maestras de la región, lo que cimentó un camino que nos invitó de manera certera al reencuentro con las artes y oficios, las memorias locales y la agroecología.
La iniciativa, inspirada en la estrategia formativa de las Escuelas de Artes y Oficios, desarrollada por CETSUR para la reactivación de saberes locales y la restauración territorial, estuvo orientada a sensibilizar a los/as participantes en torno al valor de los saberes ecológico-culturales tradicionales y el rol de los/as artistas locales y cultores/as en su revitalización, desde prácticas que conectan el mundo campesino tradicional con contextos urbanos y rur-urbanos de la región.
Narración colectiva, la cueca en la cultura tradicional campesina, crianza de plantas medicinales, crianza y conservación de semillas y plantas, sabores costeros tradicionales, el trigo y sus preparaciones, cocina y productos de recolección, cestería en mimbre, tejido en malla cuadrada y artesanía en calabazas, fueron los talleres que se desarrollaron con organizaciones territoriales, espacios culturales y juntas de vecinos en las comunas de Tomé, Penco, Concepción, Hualpén, Chiguayante, San Pedro de la Paz, Coronel, Los Álamos y Quilleco. “Impulsar esta escuela desde una alianza colaborativa entre organizaciones que, desde un quehacer muy diverso, buscan salvaguardar, poner en circulación y dignificar el conocimiento que surge desde el acercamiento a la naturaleza y las particularidades de los territorios, fue una experiencia muy potente, que nos permitió ir retomando actividades presenciales en el contexto de crisis sanitaria, revitalizándonos tanto a nosotras como a las organizaciones gestoras y los distintos espacios territoriales, acercando espacios de aprendizaje, diálogo y reflexión a las comunidades , en la reconstitución del tejido comunitario”, señaló Paula Fuentealba, encargada de la Unidad de Gestión Cultural de ONG CETSUR.
Cabe destacar que esta exitosa experiencia fue posible gracias al financiamiento de la Convocatoria para organizaciones culturales focalizadas en desarrollo social local, del Programa Red Cultura del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, y al trabajo coordinado con 23 organizaciones y espacios culturales de la región, como el Museo de Historia Natural de Concepción, Casa de la Mujer de Barrio Norte, Agrupación por la Defensa de Laguna Junquillar, JJVV Mejoreros N°75 de Penco, entre otras.