El taller organizado por el proyecto Observatorio de la Calidad de las Aguas de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, permitió identificar las brechas y reflexionar acerca de los desafíos para la Región en el actual contexto normativo.
No es un secreto que el agua subterránea es un recurso indispensable en muchas partes del mundo, donde se utiliza para el consumo doméstico, riego e industria. Sin embargo, su uso creciente, y a menudo intensivo, ha generado una serie de problemas e inquietudes debido al agotamiento potencial de los acuíferos locales, la degradación de la calidad del agua y diversos peligros geológicos.
Una realidad latente que quiso evidenciar el proyecto Observatorio de la Calidad de las Aguas, ejecutado por la Universidad Católica de la Santísima Concepción y financiado por el Gobierno Regional del Biobío, a través del taller “Desafíos para la Gobernanza de Aguas Subterráneas en Biobío”.
La instancia, que se extendió por cerca de tres horas, contó con dos expositores de primer nivel: el administrador de la primera Comunidad de Aguas Subterráneas de la cuenca del río Copiapó de la Región de Atacama, Carlos Araya y el Jefe Unidad de Gestión de las Aguas de la Universidad de Concepción, Ovidio Melo.
Al respecto, el representante de CASUB valoró la invitación y puntualizó que “hoy mostramos que haciendo gestión en conjunto de los recursos hídricos como cuenca podemos buscar soluciones para el futuro. En esa línea, Araya agregó: “me pareció interesante ya que había asistentes de variadas organizaciones (…) se fueron con bastante claridad para poder empezar a hablar con el Gobierno Regional para ir haciendo algunos estudios y análisis de la gestión del recurso hídrico”.
Uno de los temas abordados fue al carente tratamiento legislativo y administrativo de las aguas subterráneas en nuestro país; de hecho, continúa al debe y por tanto dificulta el aprovechamiento y la gestión del recurso, que aunque físicamente oculto a los ojos, se vuelve cada vez más visible en tiempos de sequía y escasez hídrica.
En ese sentido, el taller de OCAB según su encargado, Andrés Arriagada, marca un hito puesto que instala la relevancia de reflexionar acerca del futuro en torno al agua subterránea “además del desafío que debe asumirse de manera conjunta, es decir, que integre aguas superficiales y aguas subterráneas”.
Entre los asistentes, destaca el gerente de la Asociación de Canalistas del Laja, Héctor Sanhueza y el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Biobío, Juan Vallejos. Ambos coincidieron en la importancia del seminario, ya que los expositores aclararon sus dudas sobre decisiones que como organizaciones deben enfrentar en corto plazo.
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